Sin coartada

Carlo Asensio, un famoso actor de cine, encuentra a su mujer estrangulada al llegar a su casa de Zaragoza a las cuatro de la madrugada. La policía dictamina que la muerte se produjo alrededor de la medianoche, lo que, en principio, exime a Carlos de cualquier sospecha, ya que, según su declaración, en ese instante estaba jugando una partida de póker clandestina en su chalet, a varios kilómetros de distancia. Sin embargo, como no hay constancia de esa partida, y la policía no da crédito a sus palabras, Carlo Asensio, para demostrar su coartada, se ve obligado a buscar por su cuenta a los cuatro jugadores que tomaron parte en la misma (todos ellos personajes anónimos y dispersos por la geografía española). La tarea no es fácil, porque además, deberá esquivar la vigilancia del inspector Esparis, encargado del caso, y que le ha prohibido salir de la ciudad.